La vida de Neymar se desarrolla a un ritmo vertiginoso y a sus 19 años es una estrella dentro y fuera del terreno de juego, y ha alcanzando ya una gran madurez personal, siendo ya un ídolo para los aficionados.
"El otro día estaba en un concierto a mi aire, disfrutando en un palco, y de repente vi a una mujer haciéndome señas desde la pista. Diez minutos después apareció en mi palco, me abrazó y empezó a decir: 'Diles a todos que se vayan, diles que se vayan. Quedémonos los dos solos'. ¡Yo flipé! No pasó nada, claro"


