Juegan el jueves en Alta Córdoba, donde hace Instituto de local, a partir de las 17 hrs (de Argentina). La otra Promo, San Martín de San Juan vs. Rosario Central (a las 19 hrs.)
En mi tercer columna en esta página, no haré como todos los periodistas deportivos, o al menos en su gran mayoría, de no decir de qué equipo de fútbol son. O al menos eso ocurre, entre tantas cosas, en este contexto del fútbol argentino. No soy periodista deportivo aún, espero serlo en unos años. Pero el archivo queda. Y en una editorial así, no puedo mentirme, ni mentirle a nadie, y debo decir que soy hincha de San Lorenzo de Almagro (además, desde @ElPuntoPenal me pidieron mi opinión personal en todos mis posteos jaja). Y lo digo con orgullo, enamorado cada día más de estos colores, esa camiseta, y de la inmensa e increíble gente que en otra demostración de amor y fe, llenó la cancha, se abrazó en su camiseta, gorro, o cualquier cosa que tenga los colores y escudos azulgranas, y salió a la cancha, o lo sufrió por TV, pero siempre junto a San Lorenzo.
El equipo de Caruso Lombardi no la tenía fácil, ya que debía ganarle a un rival que también jugaba por mucho, y un rival directo, como San Martín de San Juan - que salió a la cancha salvado de toda reválida, y se va derrotado, envuelto en dudas, sin una de sus figuras, y encontrándos en puestos de Promoción para mantener la categoría, al igual que San Lorenzo – sino que además dependía de otros dos partidos para saber cuál era su suerte en la elite del fútbol argentino. Esos dos partidos eran Banfield (rival que peleaba con San Lorenzo, que jugaba vs. Colón de Santa Fe, y Atlético Rafaela, que jugaba contra Godoy Cruz de Mendoza). De estos dos equipos, San Lorenzo necesitaba un traspié. Que no ganen. Al menos uno de los 2, para de esa manera llegar a la Promoción, o jugar un desempate, según resultados, con alguno de estos dos equipos para ver quién descendía y quién jugaba la Promoción frente al 3º de la Primera B Nacional. PERO SIEMPRE EL OBLIGADO ERA SAN LORENZO. ESTABA OBLIGADO A GANAR, PARA DESPUÉS ESPERAR RESULTADOS. DE NO GANAR, NADA SERVÍA. Y HASTA GANANDO, PODÍA DESCENDER. YA QUE SI BANFIELD Y RAFAELA, GANABAN, EL EQUIPO DE ESTE HUMILDE HINCHA QUE ESCRIBE ESTE POST JUGABA LA TEMPORADA QUE VIENE EN LA B NACIONAL DEL FÚTBOL ARGENTINO.
Viviéndolo desde el lugar, y apartándome un poquitito de la situación de hincha, confieso que se vivía una mezcla rara de tensión, incertidumbre, nervios, todo junto, multiplicado por 40.000 personas que coparon el Estadio en una nueva demostración de amor a la camiseta y al club, a eso se le canta en una estrofa que ya es un Himno de la gente Azulgrana: … “Te juro que en los malos momentos, siempre te voy a acompañar”. Y vaya si sabe de malos momentos la gente, si sabe de malas campañas, de partidos perdidos increíblemente, de largas rachas sin ganar de local, de fallos, uno quiere creer sin intención, por parte de árbitros que perjudicaron al equipo en varias oportunidades, de malos jugadores, de malos técnicos, de malas decisiones dirigenciales, y la lista puede seguir… (Y miren que dije bastante eh). Pero, retomando, eso a la gente no le importó. Al menos en este partido, en esta final. Porque así se lo vivió, así se lo tomó la gente. Había que ver si así lo tomaban los jugadores, alentar desde afuera, y rogar alguna ayuda en cancha ajena.
Y llegó la hora de la verdad, a las 15 horas del domingo, en el Bajo Flores, comandados por Romagnoli, como figura y capitán, San Lorenzo salía a la cancha, con un marco estupendo, un aliento ensordecedor y una euforia que conmovía. (Adjunto vídeo para que lo vean)
Y así como ven esa salida, confieso que llegué a las lágrimas, con un nudo en la garganta que no me dejaba respirar, fue todo el partido, por parte de la gente. Pero había una pelota que rodar, 11 personas para correr, y una gigante Institución detrás de ello. Nos estábamos acomodando, cuando llegaban buenas noticias desde Mendoza, con esas radios que muchos hinchas tenían, y que estaban con la mente y los ojos en el partido de San Lorenzo, y los oídos en Banfield y Rafaela. Había gol de Godoy Cruz. Perdía Rafaela. 1 a 0. No iban 2’ de juego en todas las canchas (se jugaron los 3 partidos en simultáneo), que en realidad fueron 7, porque 3 definían el título, (Tigre, Arsenal, que fue el campeón, y Boca) y Unión, que matemáticamente tenía chances de jugar promoción, pero debían darse demasiados resultados, tal es así que solo el empate le terminó alcanzando, pero ante la matemática, nada se discute, asique, en concreto, 7 partidos en simultáneo. Retomando esta historia, les decía que había gol de Godoy Cruz. Todos nos mirábamos y estábamos más expectantes aún, porque con ese resultado, San Lorenzo “pasaba” a depender de sí mismo. Pero estaba 0 a 0, y así bajaba a la B Nacional. Al ratito, otra explosión, otro grito de gol ajeno, proveniente esta vez de la cancha de Banfield, Prediger ponía el 1 a 0 para Colón, y la tarde que comenzó negra, se empezaba a teñir de gris para San Lorenzo, que con un gol suyo, ante esos resultados mantenía la categoría. Pero nada cambiaba. Para mayor sufrimiento, San Martín de San Juan estaba mejor, le quitaba la pelota a San Lorenzo, que era un manojo de nervios, que estaba muy atado, y así no podía desplegar un poco de fútbol. Le costaba al equipo de Caruso. Romagnoli era lo mejor, pero no lo ayudaba Salgueiro, tampoco Ortigoza, no podía hacer mucho Buffarini, y la pelota no le llegaba limpia a Bueno y a Gigliotti, que con el partido 0 a 0 se perdió un gol increíble que desató un grito de bronca de todos los sanlorencistas que veían el partido, allí, en sus casas, en un bar, o donde sea. Al ratito, una sensación ambigua, en pocos minutos lo daba vuelta Rafaela, que de esa manera salvaba la categoría, y Banfield pasaba a perder 2 a 0. Se hacía difícil con Rafaela, pero se estaba “cerca” de pasar a Banfield, “TAN SOLO” era 1 (UN) gol. Pero para eso faltaba mucho. En una pelota perdida por Buffarini en mitad de cancha, con San Lorenzo en ataque, partido, mal parado, San Martín de San Juan salió de contra, y con paciencia, y triangulaciones, armó una buena jugada por izquierda, hasta que tras un centro hacia atrás, apareció Caprari para marcar el 1 a 0. Que salvaba a los sanjuaninos, y condenaba a San Lorenzo. Todo esta crónica, en todas las canchas, en tan solo 26’ de juego. Faltaba mucho, pero al equipo de Caruso Lombardi se le venía el mundo abajo. Perdía la categoría. La gente lo entendió y alentó más aún. Sabiendo de que los partidos tal vez no se ganan desde afuera, pero que ayuda y sirve su aliento, no hay dudas. San Lorenzo debía ir a buscarlo, matar o morir. Esa era la cuestión. Con garra, corazón, tesón, sangre, sudor, lágrimas. Acompañado de su gente, lo entendió. En el enésimo lateral – centro al área de Kannemann (a la postre goleador impensado), un par de rechazos defectuosos por parte de la defensa de San Martín, el rebote cayó en la cabeza de Ortigoza, que la devolvió con esa parte del cuerpo al área, en la que apareció Carlos Bueno, en la jugada más discutida del día, sobre si hubo falta o no al arquero (DESDE MI PUNTO DE VISTA COMO NO HINCHA – SIENDO OBJETIVO - , NO hubo foul, y si quieren lo discutimos por Twitter), salta, el arquero va muy suelto, sin tanta fuerza, pierde la pelota, y Bueno, con oficio, se la gana, y de esa manera, con el arco a su merced, empata. 1 a 1. 28’ de juego. 2 minutos después de estar 0 – 1 y en el infierno, San Lorenzo quería sacar la cabeza para encontrar el camino hacia el paraíso. Los jugadores visitantes no se quedaron callados ante la acción de Bueno, y con la protesta al árbitro, por exceso verbal, fue expulsado Bogado, y eso, a la larga, cambió el partido completamente. San Lorenzo seguía jugando mal, no daba 4 pases seguidos, le costaba llegar, pero ya San Martín no era tan superior como antes. El gol había emparejado las cosas, al menos, psicológicamente. A los 5 minutos, 35’ (todo en menos de un tiempo señores!!!!), el eterno goleador Bichi Fuertes, convertía su segundo gol en el partido, y ponía a Colón 3 a 0 arriba, prácticamente poniendo a la merced a San Lorenzo de la salvación, y ahora Banfield dependía del resultado de San Lorenzo para mantener la categoría y ser ellos quien jueguen Promoción. La gente se enteró del gol de Banfield, pero los jugadores, contaron luego, que recién en el vestuario se dieron cuenta y los hizo salir a jugar un poco más tranquilos, sabiendo que prácticamente era imposible que en la situación que estaba Banfield, siendo goleado de local, diera vuelta el resultado, y entonces, así sí, depender de ellos mismos, y de ellos TODO SAN LORENZO, para jugar la Promoción y mantener la categoría. Y se notó. San Martín estaba con 10 y aspiraba a una contra para liquidar el partido. San Lorenzo, movía la pelota de un lado a otro para encontrar espacios. Se fue agrandando la figura de Leandro “Pipi” Romagnoli en el Ciclón, el estandarte, la figura de este equipo, que no está en su mejor condición física, pero así y todo demuestra que es el mejor. El “Pipi” lastimaba por la izquierda, y de ahí venían los mejores ataques de San Lorenzo, claro. En una gran habilitación a Carlos Bueno (QUÉ CANTIDAD DE GOLES SE ERRARON CON GIGLIOTTI POR FAVOR!!!), quien con un centro por bajo le dio la pelota a Kalinski, que demoró en patear, y la pelota se fue al córner. Parecía casi una jugada aislada. Pero frotó la lámpara Romagnoli, tiró un centro al segundo palo, a la cabeza del pibe Kannemann (el pibe goleador, se acuerdan que les dije?), que apareció increíblemente solo, y desató la locura en el Bajo Flores. 40 mil almas, que seguían cantando, se abrazaban en un solo grito. Se aferraban a la ilusión. Tenían esperanza. No podían ver caer así a San Lorenzo. El pibe, con lágrimas en los ojos, era enterrado por medio equipo de San Lorenzo en la puerta del área en que casi con una pirámide humana festejaron el gol. Y ahí sí. Se desató el delirio. La fiesta, la locura. La gente, impresionante, como siempre. Como todo el campeonato. Como todo el partido. Y los jugadores debían entender que era cuando más había que jugar con el corazón caliente y en la mano, y la cabeza MUY fría. Se sufrió poco, en cuanto a llegadas de San Martín, salvo una, que casi que valió por 10, en un centro que Graf anticipa a Bianchi Arce y casi pone el 2 a 2, muy cerca del palo izquierdo de Migliore pasó la pelota. San Lorenzo perdía chances. Dos veces Gigliotti, una Salgueiro, una Bueno. Siempre de la mano de Romagnoli. Los minutos pasaban. Y ya todo estaba definido en las demás canchas. Rafaela ganaba 3 a 1 y se salvaba de todo. Banfield perdía 3 a 0 y dependía ahora de un gol de San Martín para jugar Promoción. Y San Lorenzo a todo esto no podía liquidarlo y de esa manera no estaba tranquilo. Un gol no era diferencia. San Martín venía, y dejaba espacios. Hasta que en un quite de Buffarini, y una habilitación corta de Ortigoza, Romagnoli arrancó habilitado y se fue de cara al arco de San Martín de San Juan, junto con Carlos Bueno y un solo defensor sanjuanino. Llevó la pelota el 10, enganchó, y en el momento exacto le dio la pelota al uruguayo para que defina y de una buena vez liquide el partido. Asi sí, San Lorenzo. Ahora, sí. El partido, 3 a 1. Incidentes en simultáneo, en cancha de Banfield. A falta de 5’ para terminar, ese gol de Bueno, decretaba el descenso de Banfield. La gente lo sabía, e hizo suspender el partido. En la cancha de San Lorenzo, se vivía una fiesta. Una fiesta de desahogo, para los jugadores, pero sobre todo los hinchas, que estoicamente vivimos esta semana, con pocas horas de sueño, con mucho nervio, y que pudimos de esa manera liberarnos un poco de tanta tensión. Aunque no se había ganado nada. Y aún tampoco, claro está. Esos últimos minutos sirvieron para aplaudir de pie (HACÍA CUANTO QUE NO LO HACÍA CON UN JUGADOR DE SAN LORENZO) a Romagnoli, que salió para que entre Palomino, y a Carlos Bueno para que entre el otro eterno ídolo, Bernardo Romeo. (Antes Caruso, con el partido 2 a 1, sacó a Emanuel Gigliotti para poner a Damián Martínez, un juvenil defensor.) Llegó el final del partido, un grito corto, pero de enorme desahogo para la gente, que entendió que era la última vida que el equipo tenía. Y fue a apoyar. Las cosas se nos dieron una vez por fin en todo el semestre. 19 fechas para esperar esto. Y pensar que quedamos solo a 2 puntos de salvarnos de todo, a 2 puntos de Tigre, el subcampeón, quien fue el equipo más cercano a jugar la Promoción.
Pero bueno, esa es otra historia. Ya está. Ahora, a pensar en el duro partido de Instituto, el jueves, en Alta Córdoba, con arbitraje de Nestor Pittana. Tremendo partido. Lo más difícil, ya se logró, que era salir del descenso directo, pero a no relajarse, jugadores. A mantenerse firmes al pie del cañón, que el futuro de la Institución sigue siendo de ustedes. Instituto viene mal, pero de local se hace fuerte y es peligroso. No nos confiemos de la ventaja deportiva. Hay que salir con actitud, a presionarlos desde el primer minuto, a ahogarlos, que la presión es de ellos (NdeR: El equipo de mejor categoría, tiene ventaja deportiva, a igual resultado global, mantiene la posición en su división). Guardemos al Pipi para el 2º tiempo. Que juegue Bazán, aunque mucho no me convence, por esa zona. Romagnoli para el 2º tiempo con el partido trabado e Instituto desgastado y más adelantado, puede hacer diferencia. Después, a no tocar mucho que el equipo así está bien. Se llega mejor que el rival, pero no somos el Barcelona y el Real Madrid juntos. A no confiarse.
Quedan 5 días. 120 horas. 2 finales. 180 minutos. De ustedes depende.
San Lorenzo de Almagro. Jugadores, 4 millones de hinchas en el país, estamos con ustedes.
Nobleza obliga, hay que hacer mención a la otra Promoción. Se jugará en Rosario, el equipo de Juan Antonio Pizzi, Rosario Central, recibirá a San Martín de San Juan en “El Gigante de Arroyito”, desde las 19 hrs de Argentina, con arbitraje de Pablo Lunati. No están las formaciones aún. Cuando estén, y hablando exclusivamente de estos 2 partidos, haremos otro post. A estar atentos.
Espero no haberlos aburrido. Fue puro sentimiento de hincha con cuota de periodismo editorial, contado. Gracias por leer las columnas. Las sugerencias, son bienvenidas.
¡Para debatir y seguir hablando de fútbol los espero en Twitter!
@Gonzaaorellano

